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Renovación urgente. El 80% de estas plantas que hay en las calles de Arequipa está de adorno. Especialistas recomiendan sustituirlas por nuevas. Sus hojas están cubiertas de contaminantes y no pueden liberar oxígeno limpio por fotosíntesis.
Juan Luis Silvera Quispe.

Arequipa.

Los árboles plantados en avenidas y calles de Arequipa han perdido su capacidad para oxigenar el contaminado aire mistiano. Apenas sobreviven y ya no hacen fotosíntesis.

Ahora casi el 80% de los 15 mil ejemplares que existen en el Cercado, solo sobrevive a la brutal contaminación, que les redujo su ciclo vegetativo (tiempo de vida) en 15 años, asegura el coordinador de Áreas Verdes de la Municipalidad Provincial de Arequipa, Jorge Rosas.

"Las partículas contaminantes han sobresaturado sus hojas y a duras penas procesan lo necesario para vivir, están enfermos y ya no hacen fotosíntesis, tenemos un estudio que lo comprueba", dice. Es cierto, las hojas de los árboles en las avenidas más contaminadas (Goyeneche, Independencia y Venezuela) parecen recubiertas por una capa de aceite negro.

Se estima que los árboles más comunes (sauce, abedul y ficus) llegan a vivir hasta 60 años. Según el Consejo de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, un árbol puede absorber casi 10 kilos de CO2 (dióxido de carbono) al año. En Arequipa se ha excedido este estándar. El aire en zonas críticas tiene cargas de hasta 180 microgramos por metro cúbico de elementos contaminantes, cuando lo permisible es 100 microgramos por m3, de acuerdo a un estudio elaborado por la Gerencia Regional de Salud (Gersa). El 75% de la contaminación ambiental lo produce el parque automotor (148 mil vehículos). "Para revertir esta situación se están sembrando árboles en toda Arequipa", asegura el gerente de la Autoridad Regional del Medio Ambiente (ARMA), Aníbal Díaz Robles.

Forestación avanza

Actualmente, un programa de reforestación ha logrado sembrar 486 mil 242 plantones. Díaz advierte que de cada plantación, al menos el 10% muere por factores climatológicos. "Nuestra meta es llegar a los tres millones de plantaciones", asegura.

En la Asociación Juventud Characato, por ejemplo, se han regalado decenas de plantaciones que son cuidadas por los pobladores. Incluso los vecinos se han impuesto una multa de 30 soles por dejar morir a sus plantones, que riegan permanentemente. "Es que son gente que migró de las partes altas y les gusta vivir con aire puro".

No hay estudios necesarios

El subgerente del ARMA, Dante Pinto, revela que no existen los estudios suficientes para determinar la capacidad de fotosíntesis de las áreas verdes.

Cuenta que en 2005, el colectivo ProCampiña presentó una acción de amparo contra la depredación de la campiña que se hacía en la gestión del entonces alcalde provincial Yamel Romero.

"El juez nos preguntó cuánto oxígeno produce un metro cuadrado de área verde y no teníamos los estudios para responderle", revela. Finalmente, el magistrado no falló a favor del colectivo.

"Ahora tenemos 150 procesos por contaminación del medio ambiente", dice.