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Existe preocupación, por parte de las organizaciones sociales, comunidades nativas y campesinas de San Ignacio, por el sucesivo aplazamiento del Monitoreo Participativo de la Calidad del Agua de la Cuenca Chinchipe, cuya nueva fecha de inicio no ha sido establecida.

Especialmente a la expectativa se encuentran las comunidades de Naranjos y Supayacu, donde, gracias a los análisis, se conocerá el posible grado de contaminación de la cuenca. Los pobladores de la zona vienen denunciando, desde el mes de abril, la contaminación de sus ríos, debido a la muerte de peces y a la existencia de indicios de la presencia de metales pesados.

A la fecha, ya han sido dos las veces en las que el inicio del monitoreo ha sido aplazado. La primera, fue justificada por problemas climatológicos, y la segunda, debido a que había quedado desierto el Proceso de Selección para la contratación del Servicio de Laboratorio que se haría cargo del análisis del agua superficial.

Ante tal situación, el coordinador de la Oficina de Asuntos Indígenas de San Ignacio, Neire Unkuch, manifestó a Noticias SER, que se sienten burlados por estas constantes suspensiones: “Parece que están jugando con nosotros, porque formamos delegaciones para que acompañen a realizar las visitas para sacar las muestras. Hemos estado haciendo las coordinaciones con las comunidades para que la población acompañe al equipo técnico. Están vulnerando nuestros derechos, porque no se respetan los acuerdos y no vemos solución a nuestros pedidos”, se quejó.

Asimismo, mostró su preocupación en torno a las disposiciones y decretos para facilitar la inversión, pero que, según él, son perjudiciales para las poblaciones indígenas: “El objetivo es facilitar el trabajo de las empresas mineras, y lo que están buscando es dilatar el tiempo como estrategia para decir que no hay contaminación”, refirió.

A su turno, Jorge Rojas, presidente de las rondas campesinas del distrito de San José de Lourdes, San Ignacio, señaló que existe preocupación la muerte de peces afecta a las comunidades nativas: “Queremos saber qué es lo que sucede, pero que ya no haya otra postergación”, pidió.

Asimismo, agregó que la organización se está fortaleciendo, y que la población se mantiene firme en su posición de rechazo a la empresa minera Águila Dorada: “Uno de nuestros deberes es cuidar el medio ambiente”, finalizó.