Descripción

Servindi, 24 de marzo, 2012.- La Federación de Comunidades Nativas del río Corrientes (Feconaco) responsabilizó a Pluspetrol por cualquier acto de represión que afecta sus vidas y la paz y armonía en que viven, luego de conocer que la empresa habría pedido la intervención del Ministerio del Interior en las comunidades de la cuenca, a pesar de no haberse terminado la etapa del diálogo. Ver comunicado a continuación.

Pronunciamiento
Responsabilizamos a la empresa Pluspetrol por cualquier acto de represión que afecte la vida, la paz y armonía de nuestros pueblos

La Federación de las Comunidades Nativas del Corrientes (Feconaco), organización indígena que representa a 32 comunidades de los pueblos achuar, quichuas y urarinas, base de ORPIO–Aidesep.

Nuestros hermanos de la Comunidad Nativa de Santa Rosa hace ya dos semanas que iniciaron una acción de lucha debido a los convenios incumplidos no solo por la PlusPetrol sino por el gobierno regional y el mismo Estado que desatiende a nuestros pueblos, que los llevan a tomar medidas radicales cansados de tanta mentira.

Firman convenios solo para salir del problema y luego lo olvidan, como lo hace el Gobierno Regional de Loreto con la transferencia de fondos a la federación para ejecutar los proyectos y a la fecha no hay nada, lo mismo pasa con la PlusPetrol.

Los pueblos buscaron un único lenguaje para hacerse escuchar y ser ubicados en el mapa y mostrar su pobreza, pobreza de alimentos, educación, salud y oportunidades, pobreza causada por el llamado desarrollo del boom del oro negro que nos tiene postergados por más de 40 años.

Y habiendo tomado conocimiento de las gestiones que la PlusPetrol viene ejerciendo ante el Ministerio del Interior para intervenir en las comunidades de nuestra cuenca, a pesar de no haberse terminado la etapa del diálogo en vía de prevención, con la presencia de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, la Federación y la Pluspetrol; responsabilizamos a su empresa PLUSPETROL NORTE S.A. de cualquier acto de represión que afecte la integridad, la salud personal, la paz y armonía de nuestras comunidades nativas.

Las luchas de nuestros pueblos fueron siempre pacíficas, nunca existieron violencia ni muertes, muestra de ella es el Acta Dorissa, pero tampoco estamos dispuestos a seguir soportando más mentiras y atropellos de nuestros derechos.