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Choque. A semanas que se conozca el estudio de balance hídrico, ambas regiones calientan un fuego cruzado absurdo. A las provocaciones de Guillén, Cusco salió con el pie en alto.
José Víctor Salcedo.
Cusco.

La mecha entre Cusco y Arequipa por el proyecto agroenergético Majes Siguas II fue prendida por el presidente regional mistiano Juan Manuel Guillén Benavides. El jefe de la región mistiana convocó a los dirigentes de base para exigir el inicio de las obras del proyecto cuando concluya el estudio de Unops. Este informe determinará si hay agua suficiente en el río Apurímac para Majes y Espinar. Guillén dijo que hará la guerra por Majes.

Las autoridades y dirigentes de la Región Imperial no tardaron en responderle. Óscar Mollohuanca, alcalde de Espinar, y Wilfredo Álvarez, secretario general de la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco (FDTC), aseguraron que en esta región se usarán las mismas armas de Arequipa para defender las aguas del río Apurímac.

“Si Arequipa marcha para presionar por Majes II, en Cusco haremos lo mismo, pero exigiendo que el proyecto sea desechado, porque no hay agua suficiente”, dijo Mollohuanca.

Álvarez respaldó a la autoridad edil. Prometió que las organizaciones de base no permitirán que el megaproyecto mistiano se construya “a toda costa como lo pretende hacer Arequipa”.

Este martes, los dirigentes de los principales gremios se reunirán para definir las acciones en defensa de la postura de los espinarenses. “Es definitivo que habrá consenso para respaldar la posición de Espinar; es decir, no a Majes Siguas II”. Las acciones empezarán al día siguiente de que lo haga Arequipa.

El alcalde Mollohuanca informó que una comitiva viajará a Lima para hablar con el presidente Ollanta Humala a fin de comunicarle que la obra “es inviable” y que intentar ejecutarla solo provocará conflictos.

Reiteró que se desconoce de antemano el estudio de balance hídrico que realiza Unops y que sus resultados se conocerán en un plazo no mayor a un mes. “No hemos sido parte del estudio, por ende no tiene valor para nosotros y no tendrá efecto vinculante”.

Alcalde y dirigente piden al presidente de Cusco, Jorge Acurio, que lidere igual que Guillén acciones en defensa de las aguas del río Apurímac.